lunes, 21 de febrero de 2011

CONSPIRACIÓN

CONSPIRACIÓN


Hay quince hombres reunidos en una mesa de negociaciones. El líder de la reunión, el Gral. Heydrich, lleva la voz cantante. En realidad, la reunión es casi un monólogo con ocasionales irrupciones de algunos de los asistentes.

Hay un tema que predominia la reunión. Es un tema que se introduce diplomáticamente al principio de la misma pero que, a medida que pasa el tiempo los eufemismos se van cayendo por términos más crudos.
 Es como un precalentamiento para tocar el tema de fondo en su debido momento. Por ello, el Gral. Heydrich lleva la reunión con cierto timing premeditado. Socializa, debate, hace pausas regadas generosamente con las mejores comidas, licores y cigarros, regresa al debate, pausa para más bebidas y delicadezas mientras que en cada rincón negocia y fundamentalmente apura a los indecisos y a los rebeldes.

Es ciertamente una reunión de pura formalidad, porque el tema tratado ya fue decidido por autoridades superiores, fue planeado e implementado. Sólo se busca informar y contar con apoyos al mismo, lograr algunos puntos de vista sobre zonas grises, obtener algunas ideas secundarias para pulir un proyecto ya puesto en marcha.

Branagh roba la escena en el rol de Heydrich, como una maquina de hablar que mide, razona y negocia apoyos mientras lanza sus misiles sobre la mesa. Tucci hace un trabaja mucho menor como Eichmann: es un ladero que se mueve en silencio, apoyando entre las sombras, articulando pequeñas ideas.